Coordinación General de Corredores y Recursos Biológicos (CGCRB)

El CBMM trabajó con financiamiento internacional por parte del Global Enviornmental Fund (GEF) desde el 2002 y hasta el 2009, año en el cual se integró a la Conabio a través del proyecto de corredores biológicos operado por la Coordinación General de Corredores y Recursos Biológicos (CGCRB). Esta coordinación operó a través de una oficina central y tres coordinaciones regionales: Chiapas y Tabasco, con oficinas en San Cristóbal de las Casas; Península, con oficinas en Chetumal y Oaxaca, con oficinas en la Ciudad de Oaxaca.

La Coordinación planteó la misión de promover modelos de gestión del territorio en los corredores biológicos a través de la coordinación de políticas públicas, la gobernanza local y el aprovechamiento sustentable de la riqueza natural, para mantener y fomentar la conectividad biológica y a la vez mejorar la calidad de vida de la población.

Aunque las herramientas de trabajo fueron rediseñadas, prevalecieron los grandes objetivos del Proyecto Corredor Biológico Mesoamericano México (CBMM): hacer frente a la acelerada pérdida forestal, conservar la biodiversidad, contribuir a la adaptación frente al cambio climático, e impulsar el mejor conocimiento y uso del capital natural por parte de las poblaciones que habitan en los corredores biológicos de las zonas con alto valor por su riqueza natural.

Los resultados obtenidos permitieron afirmar que es posible conciliar el aprovechamiento de la riqueza natural con la conservación y el bienestar de las comunidades rurales. Esto se logró mediante una estrategia que promovió la articulación de diversas políticas, programas y proyectos en las regiones de trabajo tomando en cuenta sus características ecológicas, económicas y sociales.

Ejes estratégicos y operativos de la CGCRB

Las acciones se orientaron con base en cinco ejes estratégicos:

  1. Gestión territorial en zonas prioritarias por su alta biodiversidad y provisión de servicios ecosistémicos.

Promoción y consolidación de mecanismos de gobernanza, instrumentos de planeación y modelos de gestión para propiciar la participación activa de grupos organizados e individuos en sistemas de producción sostenibles que brinden beneficios socioeconómicos a largo plazo y contribuyan a disminuir la pérdida de de biodiversidad.

  1. Articulación e integralidad en política pública territorial.

Articulación y alineación de diferentes instrumentos de política pública para promover la coordinación transversal hacia la sustentabilidad e impulsar la incorporación de los conceptos de gestión sustentable del territorio y corredores biológicos en la legislación.

  1. Gestión del conocimiento e información.

Generación y sistematización de información y conocimiento sobre el uso y manejo de la biodiversidad, para apoyar la toma de decisiones a diferentes niveles y escalas, así como el monitoreo, la evaluación y la divulgación de los programas y proyectos implementados. 

  1. Cooperación y vinculación.

Establecimiento y mantenimiento de vínculos y relaciones de cooperación con organizaciones e instituciones públicas o privadas, nacionales o internacionales a fin de promover sinergias con las iniciativas, programas y proyectos impulsados por la Coordinación.

  1. Fortalecimiento institucional.

Mantenimiento de una estructura operativa eficiente.

Articulación de políticas públicas

La Coordinación (CGCRB) tejió una extensa red de colaboración con instituciones gubernamentales del orden federal, estatal y municipal, tanto del sector ambiental como del sector agropecuario, con la finalidad de articular sus políticas y programas en los corredores biológicos establecidos.

Esto permitió que la Coordinación operara como un agente técnico y fortaleciera el trabajo realizado en conjunto con instituciones nacionales (como CONAFOR, SAGARPA y SEMARNAT) e internacionales (como FIDA, GEF y UICN), para orientar sus financiamientos hacia proyectos de mejorade las prácticas agrícolas y ganaderas en los territorios, mediante la promoción de sistemas agroforestales, silvopastoriles y el desarrollo de cadenas de valor.

Los temas orientadores de los proyectos articulados fueron los siguientes:

  • Acciones tempranas Reducción de las Emisiones de Degradación forestall y Deforestación (REDD+, por sus siglas en inglés)
  • Adaptación al cambio climático y prevención de desastres
  • Aprovechamiento sostenible de la riqueza forestal
  • Desarrollo rural sostenible
  • Fortalecimiento de capacidades locales
  • Gobernanza local
  • Producción sostenible y cadenas de valor

Aprovechamiento sustentable y mercados verdes

Aprovechamiento sustentable

El término aprovechamiento sostenible se refiere a la utilización de la riqueza natural con respeto a la integridad, funcionalidad y capacidades de carga de los ecosistemas de los que forma parte.

El aprovechamiento sustentable y la conservación de la riqueza natural fueron los conceptos que englobaron los esfuerzos del Corredor Biológico Mesoamericano México (CBMM) y de la Coordinación (CGCRB), y bajo sus criterios se desarrollaron proyectos con los siguientes objetivos:

  • Elevar el conocimiento de la población sobre el aprovechamiento sostenible de los ecosistemas.
  • Impulsar alternativas productivas con grupos de pobladores que habitan en los corredores.
  • Promover la adecuada orientación de políticas públicas para hacer sinergias que garanticen el uso sostenible de la naturaleza.

El cultivo de café de sombra es particularmente prometedor, tanto en términos de conservación como de calidad de vida para las comunidades indígenas.

Hay dos grandes sistemas para cultivar café: el de sombra y el de pleno sol. Cuando se les compara se encuentra que en los primeros hay mayor biomasa, más nutrientes y biodiversidad, menos malezas e insectos dañinos y un mejor balance hídrico y microclimático.

Los cafetales tradicionales bajo sombra son áreas de refugio para numerosas especies de plantas con flores, mamíferos terrestres, aves, muchas de ellas migratorias, e insectos. Para ponderar el valor de lo que tenemos en nuestro país, se estima que en Colombia el 70% del café crece en plantaciones a pleno sol, en Costa Rica 40% y en México, para nuestra fortuna, sólo 10%.

Cuando los jóvenes campesinos que viven en corredores biológicos observan y estudian la diversidad de las especies de aves en los cafetales de sombra de sus padres y las fotografían, en lugar de "bajarlas con resortera", agregan un valor económico al quintal de café en el mercado internacional, porque el que se consume en miles de cafeterías de Europa, Japón y otras partes del mundo es amigable con el medio ambiente.

Ante las posibilidades económicas que ofrece el manejo sustentable de ecosistemas boscosos y selváticos a través del cultivo del café de sombra, en los corredores se suman esfuerzos de muy distinto origen para el mejoramiento de procesos de producción. El propósito del CBMM es que los grupos de productores alcancen la certificación orgánica. Se trabaja en el fortalecimiento de capacidades y la consolidación organizativa. Paralelamente se aprovechan espacios para estimular el desarrollo del comercio justo. En estos esfuerzos están involucradas una gran cantidad de comunidades.

Entre los cafeicultores se ha desarrollado capacidad de negocios, fortaleza que se ha venido construyendo a lo largo de muchos años. A través de los apoyos y gestiones que se realizan en los corredores, se estimula el desarrollo de una actividad bastante consolidada en algunas zonas y se promueve su ampliación a otras.

Entre los resultados de la intervención del CBMM hay que destacar el desarrollo de iniciativas desde las comunidades para efectos de mejoramiento del hábitat natural de especies en zonas cafetaleras, actividades de reforestación y de restauración de suelos, y en un sentido más integral, la realización de ordenamientos territoriales comunitarios. Destaca la realización de tareas de conservación y recuperación en suelos cafetaleros afectados por el Huracán Stan y la intervención en zonas de amortiguamiento de reservas para introducir cultivos sustentables de este producto.

Bosques, selvas y cafés de Chiapas (PDF)

Hay mieles para todos los gustos. Suaves y cremosas, sutiles o intensas, aromáticas o con un toque ácido, perfumado, salado o amargo. Esta mujer cosecha el néctar de la abeja melipona.

Un tercio de la producción nacional de miel y cerca de uno por ciento de la producción mundial, proviene del trabajo de más de 17 mil apicultores de Campeche, Quintana Roo y Yucatán, que juntos manejan millón y medio de colmenas.

Muchos de estos apicultores desarrollan su trabajo en áreas del Corredor Biológico Mesoamericano en México. La producción de miel tiene un lugar estratégico para la conservación de la biodiversidad entre las alternativas económicas que tiene la gente que habita en los corredores: la polinización que llevan a cabo las abejas es necesaria para la reproducción de muchas plantas silvestres.

El incremento en el número de productores y el mejoramiento de la producción en términos de cantidad y calidad orientan el trabajo de distintos actores al interior de los corredores, a través del apoyo a grupos de productores para fines de capacitación, fortalecimiento organizativo y comercialización.

El consumo anual de miel por persona en México es de sólo 300 gramos, mientras que en Alemania es de un kilo y medio, a pesar de que en nuestro país se producen 57 mil toneladas anuales. México ocupa el sexto lugar en la producción mundial de miel después de China, Argentina, Estados Unidos, Canadá y Alemania. Nuestro país es el tercer exportador a nivel mundial. Esto no es fortuito. Entre las culturas precolombinas los mayas fueron los que más éxito tuvieron en el trabajo con las abejas, gracias a la domesticación de la abeja conocida como melipona.

La miel que se produce en la Península de Yucatán proviene de la floración de 40 diferentes especies de plantas. La producción de la miel multifloral, es decir, proveniente de diferentes néctares mezclados, ofrece al comprador, sobre todo a nivel industrial, un producto con características constantes que no varía en color, sabor y aroma. Pero en los últimos años, las tendencias del mercado mundial marcan que hay que ofrecer al consumidor un producto bien clasificado, sea por su floración o por su origen.

Alrededor del 50 por ciento de la producción nacional de miel se consume en el mercado interno, pero una buena parte de los beneficios se queda en manos de los intermediarios. Un nicho de mercado es la miel orgánica certificada. Para darse una idea de su importancia, en 1996 en México se produjeron 50 toneladas, en 1999 la producción aumentó a 500 y en el año 2006 se exportaron más de 1,400 toneladas, colocando a México como el tercer país exportador de miel orgánica en el mundo.

Comercialización de la miel

La necesidad de encontrar mejores alternativas de mercado para los pequeños apicultores sumado a la necesidad de proteger las áreas apícolas naturales, explica el interés del CBMM por conocer la situación del mercado y su funcionamiento. En el campo de la investigación el énfasis ha sido puesto en analizar la situación del manejo, producción y comercialización de mieles en el país e identificar mieles con potencial de diferenciación, es decir, mieles que por las características de su néctar pueden encontrar un buen lugar en el mercado internacional.

El marco de referencia en el que se desarrolló este trabajo puede ser resumido de la siguiente manera: si el apicultor es descuidado o el cliente aprecia injustamente el producto, el proceso se echa a perder. Dicho de otra forma, un néctar excelente, procesado con excelencia por las abejas, trabajado artísticamente por el apicultor para lograr un producto excelente, debe ir también a un mercado excelente que lo sepa apreciar. De otra forma todo el proceso pierde su virtud.

Melipona

En Mesoamérica diversas culturas prehispánicas producían miel criando abejas nativas, especies sin aguijón, a diferencia de las europeas, que sí lo tienen. La miel y la cera se comercializaban ampliamente dentro y fuera del mundo maya. Durante la Colonia la demanda de cera para elaborar velas, conocida como cera de Campeche, de color muy obscuro, aumentó exponencialmente.

La producción masiva de miel se desarrolló en el centro de México, después de la independencia y en Yucatán, a finales del siglo XIX. Con la entrada de la caña de azúcar la miel pasó a segundo lugar como producto endulzante. La abeja melipona por fortuna no se extinguió. Siguió conviviendo con la abeja europea.

Miel orgánica

Para producir miel orgánica se requiere que a lo largo de todo el proceso de manejo de las abejas y la miel no existan agentes contaminantes. Los apiarios deben colocarse al centro de un área en cuyo radio mínimo de tres kilómetros no existan cultivos agrícolas donde se empleen herbicidas o productos químicos para el control de plagas.

Bajo una mirada de futuro, los aprovechamientos forestales garantizan la conservación de la Biodiversidad.

"Cuando decidimos asignar el valor de tres metros cúbicos de madera por ejidatario para financiar la operación del vivero, la reforestación y el combate de incendios, reconocimos la función primordial que tiene nuestro bosque para el sustento de nuestras vidas…" argumenta uno de los ejidatarios de Coapilla, al sur del Estado de Chiapas. En Coapilla desde hace ya muchos años el grupo de ejidatarios se apropió del manejo y aprovechamiento de su bosque, de su industrialización primaria y de la protección de sus recursos. El proyecto ha contado con la orientación de técnicos de Pronatura, entre otros apoyos.

El aprovechamiento sustentable de la madera proveniente de bosques y selvas es uno de los mayores desafíos que enfrentan los actores que realizan esfuerzos por conservar la biodiversidad en los corredores. Al otorgar un mayor valor a la madera, se crean condiciones para detener el crecimiento de la frontera agrícola, fenómeno tan estimulado por la ganadería extensiva.

La extracción selectiva, el valor agregado, la fortaleza de las organizaciones de productores, adecuados canales de comercialización y sólidas bases de conocimiento, constituyen la base para el manejo sustentable del recurso. El CBMM promueve apoyos y canaliza recursos en esta dirección, tanto para el aprovechamiento de macizos en bosques templados como para el aprovechamiento de la diversidad de especies maderables en ecosistemas selváticos.

Bosques templados

Un recurso forestal que no genera bienes o servicios para quienes lo poseen o habitan, no crea tampoco el interés por conservarlo, protegerlo y desarrollarlo. En México, caso único en el mundo, de los 55 millones de hectáreas de bosques y selvas que cubren el territorio, 80 por ciento es propiedad comunal y pertenece a alrededor de 8,500 ejidos y comunidades que en conjunto suman una población estimada en 12 millones de habitantes. A nivel mundial México es el país que cuenta con mayor diversidad de especies de pino; hay más de 50.

Cortar cierto número de árboles y mantener otros en pie, garantizar el abanico de especies deseables y conservar la calidad de la madera constituye parte del capital de conocimiento necesario para hacer un buen manejo del bosque. Pero los conocimientos técnicos no bastan. El componente social juega un papel fundamental para que los proyectos sean exitosos. Si no hay estructuras organizativas sólidas y claros canales de comercialización, los proyectos de aprovechamiento no llegan a buen puerto.

La identificación de mayor cantidad de nichos de aprovechamiento sustentable del bosque templado en las poligonales establecidas, es una tarea no acabada entre los quehaceres que se impulsan en los corredores. Una opción de interés sobre la que ya se desarrollan experiencias es también el establecimiento de sistemas productivos en los que el aprovechamiento de maderables vaya de la mano con el cultivo de frutales y hortalizas.

Ecosistemas selváticos

Sin darnos cuenta, al colocar un clavo en la pared, disfrutar de una paleta de limón, compartir una comida más o gozar de la calidez de un piso de parquet, con frecuencia nos relacionamos con lo más profundo del trópico mexicano. El resistente mango de madera de jabin de nuestro martillo, el palo de madera blanca de sac-chaca de la paleta helada, la caoba con la que se confeccionó la mesa delrestaurant y el duro piso de tzalam que colocamos para evitar la hostilidad del cemento, alguna vez fueron árboles de las selvas húmedas de Quintana Roo.

La caoba es la madera más cotizada; por su blandura es más fácil de trabajar y se utiliza para elaborar muebles finos, artesanías y molduras. La madera de chactviga resiste la humedad y no se pudre, por lo que es muy utilizada para la construcción. La sac-chaca es blanda, de color blanco y como no tiene sabor, se ocupa en la fabricación de palillos, palos de paletas y abatelenguas. La pasa ak y la chaka rojo son otras maderas blandas que se usan para chapa y tripaly. En cambio, la chacte-koc, chechen, tzalam, jabin y katalox son maderas duras, de coloraciones diferentes y aptas para fabricar muebles, duelas y pisos. La diversidad de aprovechamientos en ecosistemas selváticos constituye uno de los focos de atención del CBMM.

Diversidad de aprovechamientos en ecosistemas selváticos

Los esfuerzos del CBMM dan ya resultados de interés para el más rápido restablecimiento de acahuales. Se ha promovido la investigación en torno a los patrones de reproducción natural y crecimiento de la caoba para fundamentar mayormente proyectos económicos sustentables en torno a este valioso recurso.

El chicle es otra opción que ha dado lugar a proyectos de asistencia técnica de carácter empresarial para el mejoramiento de las condiciones de producción de esta goma natural con criterios de sustentabilidad. También hay experiencias de plantaciones de cedro y caoba en lo que fueron potreros con el apoyo y asesoría de Conafor, experiencias que pueden fungir como modelo para el restablecimiento de cobertura vegetal con fines de aprovechamiento a largo plazo de estas especies maderables.

Una alternativa de interés es la incorporación de Unidades de manejo silvestre en los programas de fomento forestal (lo que también aplica para bosques templados), ya que representan una salida amigable para mejorar la economía regional a través de la promoción turística de estas áreas boscosas, por ejemplo, como zonas de observación fotográfica de fauna mayor.

Medicinas, forrajes, gomas, aceites, maderas preciosas, alimentos… La selva tropical reúne y ofrece riquezas a quien aprende a vivir de ella, con ella. En sólo unas cuantas hectáreas de selva virgen se puede encontrar, y también cultivar, muy diversos productos de valor comercial.

La ganadería no estabulada constituye una gran presión sobre los remanentes de selva. En la imagen, Frontera Corozal, Selva Lacandona.

La ganadería bovina extensiva es la principal causa de destrucción de la cubierta vegetal en los estados del sureste de nuestro país. En el trópico, la superficie requerida para engordar tan sólo una vaca puede llegar a dos hectáreas.

La ganadería extensiva ha tenido una gran difusión debido a la baja inversión que requiere: se talan unas hectáreas de selva, se instala una cerca simple de alambre de púas, se ofrece agua, sal y algo de cuidados sanitarios a los animales y… a esperar que los animales engorden. Este sistema tan ineficiente permitió que en las últimas décadas del siglo pasado se amasaran verdaderas fortunas, mientras el país perdía, según diferentes estimaciones, entre 600 mil y un millón de hectáreas al año.

En el sureste, en áreas de corredores, la pérdida de cubierta vegetal no es encabezada ya por grandes ganaderos. El cambio de uso de suelo es realizado por ejidatarios, comuneros y pequeños propietarios. Hay zonas en las que el fenómeno alcanza tintes dramáticos, como en la región de Marqués de Comillas, en la que en 20 años se ha perdido alrededor de la mitad de la cubierta vegetal.

Pero existen otras formas de ganadería

"…Una cabeza de ganado en una hectárea (…) eso no es ser ganadero…" argumenta uno de los ejidatarios de la comunidad de Galicia, a las orillas del Río Lacantún. Hay otras formas de producir cabezas de ganado que tienen menos impacto en el ambiente. Están los métodos intensivos de cría y engorda, pero son más caros que los de libre pastoreo. En los corredores se promueven los sistemas de manejo a pequeña escala, en los que en una sola hectárea se mantienen varias reses con ayuda de forrajes externos al potrero. También se trabaja en la promoción de sistemas agrosilvopastoriles. Como su nombre lo indica, bajo estos sistemas se combina el pastoreo con la producción agrícola y el aprovechamiento de maderables. Una de las fórmulas utilizadas es la multiplicación del modelo de escuelas de campo para extender esta forma integral de manejo de un ecosistema.

En nuestro país la producción de carne proveniente de ganado bovino es hasta ahora el peor enemigo de la biodiversidad. Es de fundamental importancia desarrollar y extender modelos productivos que estimulen a los pequeños productores a frenar el crecimiento de predios ahora ya desmontados para la introducción de cabezas, a costa de la cubierta vegetal que aún nos queda. Hay que integrar la ganadería con la conservación.

El tema de la agricultura es de importancia para la conservación de la biodiversidad en corredores por diversos motivos: sostener la productividad de las tierras disminuyendo la dependencia de agroquímicos y de energía fósil en general, con lo que se evita la contaminación de los ecosistemas y el empobrecimiento de suelos; incrementar el ingreso de las comunidades rurales en los terrenos ya abiertos a la agricultura y contribuir con ello a disminuir la presión sobre los remanentes de bosques y selvas; rescatar y/o desarrollar formas de producción tradicional que son ejemplo de un buen manejo de los recursos y garantizar la diversidad genética en el desarrollo de los cultivos.

Diversos actores al interior de los corredores orientan sus empeños alrededor de una gama de alternativas y modelos de producción, aún en muchos casos en pequeñas escalas, como construir modelos integrales, diseñar y desarrollar parcelas demostrativas y a través de otras experiencias piloto.

Gama de alternativas

Grupos de campesinos y otros actores sociales e institucionales que ofrecen sus servicios en áreas de corredores, a veces en el marco de esfuerzos integrales de ordenamientos para el uso del suelo, intentan capitalizar las unidades de producción a través de proyectos para elevar su eficiencia bajo principios de sustentabilidad, mejorando su organización y facilitando el acceso a mercados.

Se desarrollan proyectos para el impulso de cultivos comerciales con bajos niveles de insumos, se impulsa la sedentarización de la milpa (para con ello evitar la rosa tumba y quema, sistema que en las condiciones actuales de presión sobre los recursos resulta particularmente nocivo para la conservación de la biodiversidad) y se impulsan experiencias para la producción y siembra de semillas de abonos verdes (frijol nescafé), labranza cero, de cultivos comerciales con bajo nivel de insumos, enriquecimiento de acahuales, diversificación productiva con frutales, fertilización bajo principios orgánicos y manejo integrado de plagas.

Se ha trabajado, entre otros cultivos, con chile, maíz, frijol, cebolla, chayote, jitomate, plátano, sandía y se ensaya la producción de flor bajo métodos orgánicos. El cultivo del cacao, la pimienta y el chicle representan alternativas de producción para los habitantes de algunos de los corredores en las que el CBMM debe comprometer esfuerzos para precisar y superar obstáculos y visualizar su futuro.

La pérdida de biodiversidad no sólo se manifiesta en los impactos que ha tenido el cambio de uso de suelo en lo que antes fueron macizos de bosques y selvas. También ha habido una fuerte presión sobre los recursos que ofrecen ríos y lagunas en áreas que han sido definidas como corredores biológicos.

La región en la que operan muchos de los corredores es rica en cuerpos de agua dulce. Bien manejados, estos cuerpos de agua pueden representar una rica fuente de alimentos para grupos de pobladores y una posibilidad para hacerse de ingresos complementarios que aligeren la presión que se ejerce sobre los remanentes de vegetación. Pero aún en los sitios de corredores en los que no se cuenta con condiciones para explotar este recurso, la construcción de estanques rústicos representa una alternativa a ser explorada a título familiar o comunitario.

Diferentes actores, campesinos y técnicos trabajan en el establecimiento de módulos demostrativos de producción acuícola con especies nativas o para el cultivo intensivo de mojarra. También se trabaja en la transferencia de conocimientos y producción piloto de pulpo maya. Como marco de estos esfuerzos, en algunas zonas se realizan diagnósticos de producción pesquera con el propósito de sustentar ordenamientos de esta actividad.

Aprovechar las especies silvestres no sólo puede ser legal; también ayuda a conservar nuestras selvas, bosques y zonas costeras.

Las Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre, también conocidas como UMA, son una herramienta entre varias que deben formar parte de la batería de instrumentos que permitan construir puentes entre áreas protegidas.

Esta herramienta consiste en el establecimiento de un área determinada, sin importar su régimen de propiedad, en donde se permite el aprovechamiento de ejemplares, productos y subproductos de la vida silvestre.

Dentro de una UMA se pueden hacer aprovechamientos tan diversos como el cultivo o la captura de especies nativas para la comercialización, la cacería deportiva, la oferta de servicios ecoturísticos, investigación científica, educación ambiental, o simplemente, la conservación y repoblamiento de plantas y animales.

Aunque en el norte de nuestro país tenemos experiencias en la operación de UMA particularmente exitosas, las iniciativas surgidas en el sureste en espacios de corredores enfrentan condiciones que las distinguen y no pocos obstáculos que superar. Investigadores, instituciones de los distintos niveles de gobierno y grupos de pobladores hacen esfuerzos para estimular su desarrollo.

Los Bosques y selvas ofrecen una diversidad de recursos a partir de los cuales se elaboran muy diferentes productos, desde materiales para la construcción hasta la elaboración de objetos artesanales. El valor de estos aprovechamientos reside en que, si se hacen de manera adecuada, se pueden obtener productos y materias primas cuya extracción no pone en riesgo la estabilidad de los ecosistemas. La elaboración de artesanías bajo este principio es una muestra de cómo se puede vivir de la selva y con ella.

Entre otras actividades para la producción artesanal, habitantes de los corredores elaboran productos con bejucos y cortezas vegetales. También se apoyan proyectos para la producción de artículos a base de fibras de henequén.

"En los años sesenta del siglo que acaba de terminar, un grupo de pensadores radicales se rebeló contra la técnica. Leopold Kohr mostró que nuestras actividades habían rebasado la escala humana. Lewis Mumford examinó la manera en que el hombre se había rendido a la máquina. Jacques Ellul hizo ver que la técnica había usurpado el centro de la vida social, hasta convertirse en el ambiente en el que nos veíamos obligados a vivir: la sociedad tecnológica. Erich Fromm señaló que nos habíamos convertido en prisioneros de nuestra propia creación, la cual empezaba a matarnos internamente. Iván Illich demostró que habíamos rebasado el umbral a partir del cual nuestras herramientas se habían vuelto contraproductivas: producían ahora lo contrario de lo que pretendían y nos habían puesto a su servicio".

De esta manera Gustavo Esteva presenta una de las publicaciones de la colección del CBMM, para enmarcar la utilidad de contar con un Catálogo de tecnología alternativa, (Vignau, Enrique. 2009). El catálogo ofrece una larga lista de opciones para quienes desean identificar la gama de tecnologías apropiadas o de bajo impacto ambiental existentes y muchas de las empresas que las desarrollan.

Asociado al interés de publicar este catálogo, está otro documento, Tecnología y conservación, alternativas para las comunidades del CBMM, (Vignau, Enrique. 2009), en el que se da a conocer un diagnóstico de la operación de un sinnúmero de tecnologías apropiadas que han sido introducidas en comunidades en las que operan los corredores. Este diagnóstico tiene como virtud partir de la experiencia y percepción de los receptores o usuarios de las mismas tecnologías. El trabajo constituye una buena base para orientar los esfuerzos de instituciones de los tres niveles de gobierno y de otros agentes externos con relación a las tecnologías a promover y la forma de hacerlo. Contiene, así mismo, un anteproyecto arquitectónico para la creación de centros demostrativos de tecnologías alternativas, bajo la propuesta de contar con dos sedes, una en península y otra en el estado de Chiapas. Se cuenta con avances importantes en la gestión para la construcción del centro en Felipe Carrillo Puerto, en el Instituto Tecnológico Superior de esta localidad.

El turismo sustentable busca minimizar los impactos sobre los ecosistemas, y al mismo tiempo, procura la conservación de la cultura y tradiciones de las diferentes regiones en las que opera el CBMM. Con esta orientación, se apoyan proyectos turísticos que demuestren ser una actividad ambiental y socialmente responsable, basada en el respeto a la naturaleza. El sureste mexicano tiene un amplio potencial para el desarrollo del turismo de naturaleza.

Los principios y orientaciones del turismo sustentable juegan hoy un papel importante en las estrategias de la industria turística mundial debido a la alta demanda y a la necesidad ineludible de conservar y proteger los recursos naturales del planeta. La integración de la sustentabilidad al desarrollo turístico se ha convertido en uno de los ejes que han permitido transformar en algunos sitios nuestra relación con el medio ambiente, generar conciencia ecológica y promover las economías locales con énfasis en la protección y conservación de los recursos naturales.

Acorde al objetivo del Gobierno Federal de dar un gran impulso al turismo naturaleza en todo el país, el CBMM ha estado apoyando una serie de proyectos con este perfil. Estos esfuerzos han buscado proporcionar a las unidades de negocios comunitarios en turismo algunas propuestas y recomendaciones técnicas para orientar o apoyar sus iniciativas. Se han analizado los servicios generales y turísticos del área, detectado las debilidades y oportunidades y se ha sistematizado y actualizado la información generada.

De este modo se ha brindado capacitación y asesoría técnica e incluso se ha apoyado financieramente para el equipamiento y mejoramiento de infraestructura de algunos proyectos comunitarios. De manera paralela el trabajo se ha orientado al diseño de un sistema de comercialización directa de la oferta de servicios en toda el área que cubre el Corredor, ante la escasa vinculación entre la creciente demanda de estos servicios, sobre todo en el ámbito internacional, y la oferta existente.

Se han elaborado planes de desarrollo ecoturístico alternativo en la ruta Sierra–Soconusco; el plan de desarrollo ecoturístico alternativo de la ruta Palenque-Lagos de Montebello en Chiapas; la propuesta regional de turismo de bajo impacto ambiental para el área focal de Felipe Carrillo Puerto en Quintana Roo y sus áreas de influencia. Así mismo se realizó el Estudio de factibilidad de acciones ecoturísticas comunitarias en la Ruta Zoque, en Chiapas y el diagnóstico La costa de Yucatán en la perspectiva del desarrollo turístico.

Actualmente se realizan y promueven talleres para grupos con nivel de organización limitada en centros ecoturísticos de los corredores de Chiapas y otras actividades que fortalecen las capacidades organizativas y la elaboración de proyectos en las comunidades del Corredor Norte en Yucatán.

Mercados verdes

El término mercados verdes se utiliza para referirse a los a mercados de productos y servicios amigables con la biodiversidad que derivan del aprovechamiento sostenible de la riqueza natural. Los productos que tienen acceso a este tipo de mercados se obtienen mediante procesos de bajo o nulo impacto ambiental y se transforman en una alternativa económica para las familias de la región.

En este sentido, en los corredores biológicos se apoyó directa e indirectamente a grupos de trabajo y organizaciones rurales en la producción, mejoramiento y distribución de las mercancías y servicios que ayudaron a la conservación de los espacios naturales, impulsando la economía local de las comunidades rurales y protegiendo el medio ambiente y la biodiversidad.

Para dar continuidad a la estrategia de desarrollo impulsada, en 2013 dio inicio la operación del proyecto Sistemas Productivos Sostenibles y Biodiversidad (SPSB) con el objetivo de fomentar cadenas productivas sostenibles de bienes y servicios basados en la biodiversidad y hacer compatibles la conservación de los ecosistemas con la mejoría de las condiciones de vida de la población local.

Productos verdes  

Chicza

La selva maya o selva del Gran Petén se ha conservado gracias al interés de los chicleros por mantener en pie los árboles del Chicozapote (Manilkara zapota). Exportan su producto a la Comunidad Europea a través de la marca Chicza. Este chicle cuenta con certificación orgánica, es biodegradable y además es producido en un consorcio de pequeñas cooperativas, bajo un esquema de comercio justo.

Desde el año 2009, el proyecto del Corredor Biológico brindó apoyo al Consorcio Chiclero (Consorcio Corporativo de Productores y Exportadores en Forestería, S.C. de R.L.) desde la compra de la maquinaría necesaria para la producción del chicle hasta el diseño de estrategias de comercialización. El consorcio ha trabajado por varios años para consolidar su prestigio y el renombre de la marca y, actualmente, está impulsando su entrada al mercado en Canadá y Estados Unidos.

¿Quieres saber más?

Ve el siguiente video

Entra a su página de internet: www.chicza.com/about-chicza 

CEPCO

La Coordinadora Estatal de Productores de Café de Oaxaca (CEPCO, A.C.) es una organización integrada por organizaciones regionales y locales que realizan la actividad en las siete regiones cafetaleras de Oaxaca. Son parte de ella pequeños productores dedicados a la producción de café bajo un esquema de sustentabilidad donde se conjugan los criterios de calidad de producto, calidad de proceso, calidad de vida y precio justo.

Aunque la producción cafetalera ha sido el eje organizativo y principal actividad económica de la CEPCO, a lo largo de estos años, se ha constituido simultáneamente en un agrupamiento social, que trabaja a través de diferentes empresas sociales y que tiene como objetivo superar las condiciones de marginación económica de los pequeños productores y sus comunidades, sin perder de vista las acciones de conservación que deben llevarse a cabo a favor de la riqueza natural.

El corredor biológico impulsó junto con CEPCO la capacitación de monitores de aves en zonas de producción cafetalera y realizó otros trabajos para el monitoreo y la evaluación de la gestión territorial en la Sierra Sur de Oaxaca.

Fotografía de Alfredo Lara Espino

¿Quieres saber más?

Entra a su página de internet: www.cepco.org.mx

Consulta los trabajos realizados: Línea base para el monitoreo y la evaluación de la gestión territorial de la Sierra Sur

Taller de capacitación monitoreo de aves Sierra Sur

Evaluación y monitoreo

Construcción de estrategias de monitoreo

La Coordinación (CGCRB) mantuvo una labor constante de monitoreo y evaluación en las zonas de alto valor por su biodiversidad; algunos de los trabajos más destacados se enfocaron en conocer más a detalle las rutas de aves migratorias, la presencia de especies como el jaguar (Panthera onca) en los corredores biológicos y la transformación productiva del paisaje en los mismos. 

Los resultados del monitoreo sobre éstos y otros temas puede consultarse en la Bioteca de la Conabio buscando los términos: CBMM, monitoreo, monitoreo ecológico, monitoreo participativo, etcétera.

La información generada a partir del constante trabajo de monitoreo y evaluación dio lugar a intercambios y espacios de reflexión sobre la conectividad biológica; por ejemplo, entre 2008 y 2012 se llevaron a cabo cinco cursos internacionales de conectividad biológica, en los cuales participaron decenas de representantes de los países del Corredor Biológico Mesoamericano.

En estos cursos, de dos semanas de duración cada uno, se analizó el estado de los corredores, las bases conceptuales de la conectividad y las lecciones aprendidas en la implementación de los proyectos. Derivado de ellos se propuso la formación de la Red de corredores biológicos de América Latina y el Caribe (CoBioRed) con el propósito de promover y fortalecer el conocimiento, la gestión y los avances en la conservación a través de los corredores biológicos.

Participación de la población en el monitoreo biológico

Un aspecto fundamental alrededor de la construcción de capacidades fue la participación de los habitantes de los corredores en las tareas de observación y monitoreo. Se desarrollaron programas de capacitación en algunas comunidades para la aplicación de un método sistemático de medición y monitoreo de la diversidad de sus ambientes naturales, así como de las poblaciones de especies de valor particular. Se trabajó para que estas experiencias pudieran consolidarse y se convirtieran en referentes para todos los corredores.

Por otra parte, las iniciativas de distintos actores también permitieron construir herramientas didácticas para fines de observación, como fue la elaboración de una guía para la observación de aves en regiones tropicales y de manera más específica, en cafetales; así como de un manual para facilitar las tareas de observación y monitoreo que realizan pobladores en distintos corredores.

Monitoreo comunitario de aves

Como producto de un proyecto a nivel nacional que contiene información de utilidad para el monitoreo de las aves en México, nació el portal avesmx.net, en él se puede encontrar información sobre las especies de aves que hay en nuestro país, su distribución y su estatus de conservación, así como fotografías para su fácil identificación; también ofrece listados de especies en áreas protegidas, entidades federativas y Áreas de Importancia para la Conservación de las Aves.

Este portal contiene un apartado de sobre el Corredor Biológico Mesoamericano México, con la información sobre las especies registradas.  Este sitio constituye en una importante herramienta para los actores que han trabajado para asegurar la conectividad en los corredores, actores que, a la vez, se pueden convertir en fuente de información para enriquecer las bases de datos hasta ahora existentes.

Por otra parte, existe aVerAves, programa para el monitoreo de especies por parte de aficionados y profesionales de México y Norteamérica, que también constituye un referente de interés.

La Coordinación (CGCRB) en conjunto con la Iniciativa para la Conservación de las Aves de América del Norte (NABCI, por sus siglas en inglés) facilitó la realización de más de 20 trabajos y talleres de capacitación para el monitoreo comunitario de aves en las localidades situadas dentro de los corredores biológicos. El objetivo de estos eventos fue fortalecer las capacidades de la población para el reconocimiento de las aves que habitan en sus ecosistemas, fomentar la valoración de los recursos naturales y promover alternativas económicas ligadas a la conservación de la biodiversidad.

La población capacitada en su mayoría fue de jóvenes, quienes incorporaban la observación de aves a las actividades ecoturísticas de sus localidades. Otra de las finalidades de la capacitación en monitoreo comunitario de aves era que las personas capacitadas reportaran a lo largo del tiempo sus observaciones en el portal aVerAves permitiendo con esto generar estadísticas de las especies de aves en las zonas con mayor biodiversidad, y la relación de éstas con los ecosistemas y su estado de conservación.

Ciencia ciudadana

Finalmente, desde 2013 la Conabio cuenta con un espacio en el que la ciudadanía puede participar para aumentar el acervo de observaciones de especies de flora y fauna en todo el país. El sitio se llama NaturaLista.

Ciertas localidades situadas dentro del corredor biológico y algunas Asociaciones de Productores con las que trabajaba la CGCRB participaron en NaturaLista y registraron observaciones de las especies representativas en sus ecosistemas.

La Conabio y la fundación Carlos Slim otorgaron equipos (computadoras, cámaras fotográficas, gps) y capacitación a los técnicos de campo, comunidades y organizaciones.

Tabla: Localidades del corredor biológico que participaron en NaturaLista

Localidad

Municipio

Estado

Ley de Fomento Agropecuario

Calakmul

Campeche

Valentín Gómez Farías

Zoh- Laguna (Álvaro Obregón)

La Concordia

La Concordia

Chiapas

Amatitlán

Maravilla Tenejapa

Boca de Chajul

Marqués de Comillas

Nueva Flor

Pijijiapan

Taniperla

Ocosingo

Santa Cruz Tepetotutla

San Felipe Usila

Oaxaca

San Pedro Tlatepusco

San Mateo Yetla

San Juan Bautista

Unión de Comunidades Productoras Forestales Zapotecas y Chinantecas de la Sierra Juárez (UZACHI)

Red de Ecoturismo de la Sierra Juárez

Felipe Carrillo Puerto

Felipe Carrillo Puerto

Quintana Roo

Noh-Bec

Chacchoben

Othón P. Blanco

Ejido San José Cerro Blanco 5ta Sección

Tacotalpa

Tabasco

Tapijulapa


Más información

Generación de conocimiento

A lo largo de dieciséis años el Corredor Biológico realizó un gran número de carteles, cápsulas radiofónicas, eventos, vídeos y publicaciones con el fin de difundir el conocimiento del capital natural derivado de los estudios y consultorías contratados. Estos materiales, disponibles en la Bioteca (buscar “CBMM”), se constituyeron en herramientas útiles de información y conocimiento para las comunidades rurales.

Asimismo, se contrataron consultorías que facilitaron a las comunidades rurales y a los socios en el territorio procesos de organización; algunas de ellas derivaron manuales, entre los cuales destacan los temas de: Juntas intermunicipales de medio ambiente, buenas prácticas de organización, manejo de viveros, manejo de mariposarios, producción de carbón vegetal, pimienta y certificación orgánica. 

Finalmente, el proceso de gestión de conocimiento permitió que las comunidades y grupos de trabajo pudieran elaborar planes de desarrollo participativos, ordenamientos territoriales y diagnósticos socioambientales de sus regiones. Los materiales destacados pueden ser consultados en: http://bioteca.biodiversidad.gob.mx, buscando con el término “CBMM” y el tema de interés.

Aplicaciones cartográficas

Uno de los aspectos clave que evaluaron los alcances de la estrategia de corredores fue la generación o adaptación de productos y herramientas que permitieron conocer el estado y la evolución de la vegetación (principal componente estructural de la biodiversidad) en las poligonales que quedaron definidas. De esta manera, se desarrollaron y aplicaron sistemas de información geográfica para determinar los cambios entre las distintas clases de vegetación y uso de suelo por corredor y a partir de ahí, se identificaron las áreas que por sus repercusiones en la biodiversidad o degradación del paisaje demandaron atención especial. A partir de la integración de distintas fuentes de datos, entre las que destacaron aplicaciones cartográficas para la detección de puntos de calor, se alcanzaron significativos resultados.

Entre el 2000 y el 2005 se observaron grandes cambios en la proporción de arbolado, principalmente en zonas agropecuarias o de alta perturbación antropogénica, que indicaron un cambio en la concentración de clorofila más que un cambio en el uso del suelo.

Se identificaron tendencias regionales y temporales en el cambio de uso de suelo. Entre el conjunto de estados en los que se definieron corredores, Chiapas presentó los rangos más elevados. Los tipos de vegetación más afectados fueron:

  1. La selva alta perennifolia (selva húmeda) que se localiza en el corredor selva maya zoque, seguida por la vegetación secundaria arbustiva derivada de este tipo de selva.
  2. Los bosques de pino y pino encino (bosques templados) en el corredor Sierra Madre del Sur.
  3. La vegetación secundaria arbórea derivada de la selva mediana subcaducifolia (selva seca) del corredor Calakmul Bala’an K’aax.

Indicadores de salud

Experiencias

La pérdida de conectividad entre remanentes de vegetación nativa es una de las mayores amenazas que enfrenta la fauna silvestre en nuestros días. Los rastros y las capturas fotográficas combinados con el monitoreo participativo (aplicación de encuestas y el uso del cyberpapel), revela lo esencial sobre la presencia y la cantidad de individuos en las áreas estudiadas.

El involucramiento de grupos de las comunidades en la aplicación de estas herramientas se convierte en un importante medio de sensibilización. El monitoreo de ciertas especies, además de ser de interés para la conservación, se constituye en indicador de salud de un ecosistema. La presencia o ausencia de mastofauna, de manera particular, pone en evidencia el papel de los corredores en el mantenimiento de la biodiversidad. Los carnívoros representan un grupo taxonómico clave para identificar el estado del ecosistema. La merma en sus poblaciones o su extinción local da lugar, entre otros efectos, el desarrollo del grupo de los roedores. Los estudios realizados ofrecen resultados de interés.

Resultados de interés

En la región de Pico del Oro, Chiapas, la presencia del puma y del jaguar confirma la hipótesis de grandes movimientos de esas especies, pasando a veces por lugares fragmentados, y por consecuencia, el papel que en ello tienen los corredores. También se registró presencia permanente de tigrillo, ocelote, pecarí, tejón, venado y cabrito, lo cual se consideró muy buena señal sobre la calidad del medio ambiente.

Se notó la ausencia total de observación de tapir y mono araña, lo cual refleja el impacto que la fragmentación tiene sobre estas especies. Las especies del orden de los primates constituyen un importante referente. Son especies muy selectivas, particularmente sensibles a la degradación del medio forestal. Los grandes herbívoros juegan un papel clave en la estructura y distribución espacial de las comunidades vegetales. Estas especies enfrentan fuertes presiones por cacería. También se registra la ausencia de jaguarundi, aunque por sus características socioecológicas, no necesariamente queda en evidencia el papel de los corredores.

En una segunda evaluación, esta vez realizada en la región de Marqués de Comillas, el diseño espacial del muestreo (en este caso sólo con base en rastros y capturas fotográficas), permitió confirmar la utilización de los corredores por parte de cinco especies: jaguar, puma, ocelote, tapir y mono araña.

Segunda evaluación

Jaguar: se generaron evidencias del uso de un corredor como vía de movimiento entre parches de hábitat.

Puma: más resistente a la perturbación, puede usar otras vías para movilizarse entre los parches, cruzando discontinuidades o usando conectores finos.

Ocelote: tiene ámbitos hogareños más pequeños que los otros dos felinos focales. Para esta especie el papel principal de los corredores es la conectividad genética entre subpoblaciones y la persistencia regional mediante la dispersión de individuos, no el acceso a recursos esenciales dentro del ámbito hogareño de cada uno de ellos.

Tapir: no se encontró evidencia de utilización de los corredores (durante el período de monitoreo). Los registros siempre surgieron en el centro o en los bordes del parche muestreado. Es probable que la población de tapires en Marqués de Comillas se encuentre fuertemente amenazada, particularmente por ser sensible a la cacería. Sin vías de dispersión como los corredores que aún existen en la región, es muy probable su extinción local.

Mono araña: los índices de población arrojan valores bajos, aunque aún es abundante en la región. Por sus hábitos arborícolas el muestreo por observación directa es más apto para fines de monitoreo. El mono araña fue observado utilizando los corredores e incluso cruzando la carretera ribereña en un punto en el que hasta hace poco existía un corredor. Estas observaciones sugieren que la especie necesita de los corredores remanentes para mantenerse con los niveles poblacionales actuales. También se observó tigrillo grisón. La persistencia de estas dos especies permite aseverar que la comunidad de mamíferos mayores en esta región mantiene un buen nivel de conservación.


Resultado de esta consultoría

Muench, C. 2007. Evaluación de especies clave de mastofauna mayor como indicadoras de la salud del ecosistema en Marqués de Comillas, región Selva Lacandona, Chiapas. Informe final al CBMM – Conabio. 60 pp.



Actualizado en: 17/12/2020 - 13:32hrs.