Por las hojas de plátano goteaba la luz de la tarde. Caminábamos a la vera del río, entre mujeres que lavaban camisas de cañeros y palabras secretas. Cuáles eran nuestros nombres, cuáles nuestras alianzas?. Desconfiábamos de la calma en los troncos de árboles muertos bajo el tapiz de las hormigas, nunca supimos cómo llamar a los pájaros bulliciosos de los manglares.
José Landa