Ética y seguridad

Mantener en buenas condiciones los sitios de observación. Utilizar senderos existentes, amplios y seguros tanto para las aves como para los observadores.
Desplazarse despacio y en silencio, sin hacer movimientos bruscos.
Guardar una distancia prudente a las aves (~10 a 20 m).
No perturbar los nidos.
Si se encuentra un polluelo, no intervenir a menos que esté en peligro inminente.
Evitar llevar mascotas a una salida de observación de aves.
Evitar utilizar señuelos auditivos en salidas recreativas de observación o fotografía de aves. Desalentamos el uso de grabaciones o imitaciones para atraer aves, pero si se usan, no exceder los cinco min en total por sitio, reproduciendo pulsos de 30 segundos, seguidos de pausas largas.
No usar flash y lámparas de alta intensidad lumínica en la noche. Nunca apuntar directamente a un ave o fauna con un láser.
No usar drones en salidas recreativas de observación de aves.
Alentamos la creación de jardines con plantas nativas sobre los comederos artificiales. Si se usan comederos y bebederos, utilizar alimento adecuado. Para bebederos de colibríes, usar soluciones de cuatro partes de agua filtrada por una de azúcar. Evitar el uso de néctares artificiales; limpiar mínimo cada tercer día. Colocarlos fuera del alcance de depredadores.
Contactar y contratar guías locales y procurar consumir productos locales.

Conocer y cumplir con los reglamentos, costos, horarios y permisos para los sitios de observación de aves.
No ingresar en propiedad privada sin permiso.
En salidas colectivas, formar grupos pequeños de máximo diez personas. Hacer lo mismo para salidas con bote para aves acuáticas.

Para plataformas de ciencia ciudadana, reportar solo hasta donde se tenga certeza de la identificación, por ejemplo, “colibrí” o halcón del género “Falco”.
Evitar compartir públicamente en redes sociales la ubicación exacta de registros de especies sensibles y/o de nidos activos de especies susceptibles a ser colectados para su comercialización.