Contexto

3. Contexto y antecedentes de la restauración en México


3.1 Contexto

México es considerado uno de los 17 países megadiversos que, en conjunto, albergan el 70 % de la diversidad biológica mundial. Dentro del territorio mexicano, uno de los cinco más diversos, se encuentra entre el 10 y 12 % de las especies conocidas, lo que representa más de 23 mil especies de plantas vasculares, de las cuales se estima que 11,600 son endémicas3,4,5. Además, ocupa el tercer lugar a nivel mundial en riqueza de mamíferos con 587 especies; el segundo lugar en reptiles, con 975; el quinto lugar de anfibios, con 430 especies; y el undécimo lugar en aves, con más de 1,100 especies6. También, existen en el país, 3,674 especies de peces y lampreas, lo que representa el 10 % de la ictiofauna a nivel mundial7. Asimismo, hasta el momento se han registrado 77,702 especies de invertebrados, entre los cuales, el grupo más diverso es el de los insectos con 51,579 especies8.

A esta diversidad se suman especies que, año con año, migran al territorio mexicano para pasar alguna etapa de su ciclo de vida, entre las que resaltan la ballena gris (Eschrichtius robustus); el tiburón ballena (Rhincodon typus); seis especies de tortugas marinas: verde del Pacífico (Chelonia mydas), lora (Lepidochelys kempii), golfina (Lepidochelys olivacea), caguama (Caretta caretta), carey (Eretmochelys imbricata), y laúd (Dermochelys coriacea); la mariposa monarca (Danaus plexippus) y cerca de 360 especies de aves migratorias tales como el martín pescador norteño (Megaceryle alcyon), halcón esmerejón (Falco columbarius), chinito (Bombycilla cedrorum), chipe trepador (Mniotilta varia) y el pelícano blanco americano (Pelecanus erythrorhynchos)9. Esto refuerza la importancia de los ecosistemas mexicanos como corredores migratorios y áreas clave para la biodiversidad.

Esta biodiversidad se entreteje con la diversidad cultural del país, expresada en los usos, conocimientos y prácticas tradicionales de las comunidades indígenas y rurales, que han mantenido y enriquecido las formas de vida que habitan en sus territorios10.

Sin embargo, esta riqueza natural y, por lo tanto, los medios de vida de las poblaciones, está seriamente amenazada por causas diversas: los cambios en el uso de suelo por actividades productivas o los procesos de urbanización; la contaminación de cuerpos de agua, suelos y atmósfera por actividades industriales, domésticas, de servicios y comerciales; la introducción de especies invasoras; y la explotación intensiva de recursos naturales.

El cambio climático ha intensificado estos retos al aumentar la frecuencia y severidad de fenómenos meteorológicos extremos como sequías, inundaciones, huracanes, además de incendios forestales de significativa relevancia. En particular, la crisis hídrica emerge como una de las amenazas más críticas, con impactos que afectan la disponibilidad y calidad del agua para los ecosistemas y las personas.

Figura 1. Diversidad de ecosistemas en México.


De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la conservación y restauración de los ecosistemas, tanto terrestres como acuáticos, es esencial para frenar las emisiones de carbono y adaptarse a un clima cambiante. Se estima que alrededor de un tercio de la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero que se necesita en la próxima década podría lograrse mejorando la capacidad de la naturaleza para absorber las emisiones11.

Uno de los ecosistemas especialmente importantes en la mitigación de los efectos del cambio climático es el manglar, ya que provee servicios ecosistémicos ampliamente conocidos, como el control de inundaciones, la protección contra huracanes, el suministro de nutrientes a ecosistemas vecinos como pastos marinos y arrecifes de coral, la captura de gases de efecto invernadero, el almacenamiento de carbono y el hábitat-refugio para diferentes especies, incluyendo varias de importancia pesquera, entre otros12.

Sin embargo, los manglares se encuentran entre los ecosistemas más amenazados del mundo, debido a la expansión de la urbanización, la agricultura, la acuacultura y la mala planificación del desarrollo costero, lo que ha provocado la modificación de sus flujos hidrológicos y la pérdida de vegetación. La deforestación de los manglares se ha incrementado a gran velocidad en las últimas décadas y actualmente se considera más grave que la deforestación de las selvas tropicales13. A todas estas presiones se suma el cambio climático, que representa una de las principales amenazas para los humedales costeros.

Ante esta situación, la necesidad de restaurar los ecosistemas ha sido ampliamente reconocida a nivel global. En 2019, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó la Década para la Restauración de los Ecosistemas (2021-2030), con el objetivo de “incrementar a gran escala la restauración de los ecosistemas degradados y destruidos, como medida de probada eficacia para luchar contra el cambio climático, mejorar la seguridad alimentaria, la recuperación de suelos degradados, del suministro hídrico, la protección de la biodiversidad y de los bosques”. Esta iniciativa ha impulsado a los países a diseñar y ejecutar políticas públicas de restauración ecológica14, en respuesta a las preocupaciones que dieron origen a esta declaración.

México, como parte signataria del Convenio de Diversidad Biológica (CDB) desde 1992, se ha comprometido con estos objetivos. En diciembre de 2022, durante la 15ª Conferencia de las Partes del CDB, adoptó el Marco Mundial de Biodiversidad Kunming-Montreal (MMB-KM), con objetivos y metas al 2030. Entre ellas, la Meta 11 busca “restaurar, mantener y mejorar las contribuciones de la naturaleza a las personas, entre ellas las funciones y los servicios de los ecosistemas, tales como la regulación del aire, el agua y el clima, la salud de los suelos, la polinización y la reducción del riesgo de enfermedades, así como la protección frente a riesgos y desastres naturales mediante soluciones basadas en la naturaleza y estrategias basadas en los ecosistemas en beneficio de todas las personas y la naturaleza”.

En México, la necesidad de restaurar los ecosistemas ha sido reconocida desde el siglo XIX15, y a lo largo del tiempo se han impulsado múltiples esfuerzos por parte de gobiernos, instituciones académicas y la ciudadanía. No obstante, las políticas nacionales en materia de restauración ambiental comenzaron a formularse hasta el siglo XX. Durante esta etapa, se desarrollaron iniciativas orientadas a reducir la degradación de los ecosistemas; sin embargo, muchas de ellas se limitaron a la forestación y reforestación, utilizando principalmente especies exóticas y enfocándose esencialmente en áreas urbanas y agrícolas.

A partir de la década de 1990, comenzaron a incorporarse practicas más integrales, que incluyeron la atención a especies prioritarias y nativas, así como la eliminación de especies exóticas, considerando además, las implicaciones sociales y económicas del deterioro ambiental.

En 2016, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) creó el Barómetro de la Restauración, una herramienta para medir y monitorear el avance de los compromisos internacionales en restauración de ecosistemas, a través de ocho indicadores que evalúan políticas, planificación, financiamiento, superficie restaurada, así como impactos ambientales y socioeconómicos.

Con base en los análisis realizados mediante esta herramienta, se estimó que en México se restauraron o se encontraban en proceso de restauración 5,219,986 hectáreas durante la década 2011-2020. De esta superficie, aproximadamente 22% se ubicó en áreas protegidas (AP) y el 10% en Áreas Clave para la Biodiversidad (ACB). Asimismo, se calculó que el 87 % de las intervenciones emplearon estrategias como regeneración artificial, silvicultura, agroforestería y la creación o mejora de hábitats para especies silvestres nativas16.

Se estimó también que la inversión promedio por hectárea en México fue de 54 USD. en términos sociales, generaron aproximadamente 1,822,491 empleos temporales asociados a acciones de restauración, de los cuales el 48 % estuvieron vinculados con actividades de silvicultura y el 28 % con regeneración artificial.

En este contexto nacional e internacional, el Programa Nacional de Restauración Ambiental del Gobierno de México promoverá la restauración como un proceso abierto, continuo y planificado a corto, mediano y largo plazo, con el propósito de recuperar los ecosistemas degradados y los medios de vida de la población mexicana.

3.2 Antecedentes

En México, los primeros esfuerzos relacionados con la restauración de ecosistemas se remontan al siglo XIX, cuando comenzaron a reconocerse los beneficios ambientales de los bosques y las cuencas hidrográficas, especialmente por su función en la captación de agua17. Estas acciones, centradas principalmente en la reforestación, sentaron las bases de un enfoque institucional hacia la conservación ambiental, que tomaría mayor impulso a lo largo del siglo XX.

Con el tiempo, el gobierno fue estableciendo un marco normativo y designando a las instituciones responsables. En 1926 se creó la Ley Forestal, la cual representó un hito al establecer regulaciones para la conservación, propagación y aprovechamiento de los bosques, fomentando la sostenibilidad de sus recursos18. Posteriormente, este marco normativo se amplió y actualizó, adaptándose a nuevas necesidades y perspectivas.

En 1988 se promulgó la Ley General de Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA), actualizada en 2018, donde se define la restauración como “el conjunto de actividades tendientes a la recuperación y restablecimiento de las condiciones que propician la evolución y continuidad de los procesos naturales”. Por su parte, la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable, publicada en 2018, incorpora el concepto de restauración forestal como “la rehabilitación de un ecosistema forestal para recuperar parcial o totalmente sus funciones originales”.

Figura 2. Ejemplos de restauración en México.


El gobierno mexicano y diversas organizaciones nacionales e internacionales han puesto en marcha diversas iniciativas para la restauración de ecosistemas, desde proyectos de revegetación hasta la promoción de prácticas agrícolas y ganaderas sostenibles, cuya efectividad depende en gran medida de la colaboración entre autoridades, productores y comunidades locales, lo que es fundamental para alcanzar resultados sostenibles a largo plazo.

Destaca, en este sentido, la labor de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), que administra 232 Áreas Naturales Protegidas (ANP) de competencia federal, las cuales representan más de 98 millones de hectáreas. A nivel global, las ANP son reconocidas como una de las herramientas más efectivas para conservar la biodiversidad, favorecer la adaptación de los ecosistemas y enfrentar los efectos del cambio climático.

En estas áreas, se implementan proyectos de conservación de la biodiversidad y restauración de ecosistemas representativos del país, a través de alianzas estratégicas con actores locales, nacionales e internacionales, lo que ha permitido fortalecer significativamente su operación. Asimismo, la participación activa de las comunidades locales ha incrementado la capacidad de gestión y atención de los ecosistemas dentro de estos territorios. Además, se ha enriquecido el conocimiento sobre las especies empleadas en la restauración a través de diversos enfoques, como la reforestación, remediación, reintroducción de especies, entre otros. Como resultado, actualmente existe un registro de 2,500 especies utilizadas con alguno de los fines mencionados.

En la siguiente tabla, se presentan algunos de los proyectos y programas gubernamentales que han contribuido a la restauración de ecosistemas en México. Sus enfoques, alcances y resultados pueden consultarse en los vínculos web que se indican.

Tabla  4. Programas y proyectos gubernamentales que han dado impulso a la restauración en México
  Programa Descripción Enlace electrónico
1 Programa para la Protección y Restauración de Ecosistemas y Especies Prioritarias (PROREST-Conanp) Desde 2019 apoya estudios técnicos y acciones para el manejo del territorio de Áreas Naturales Protegidas y sus especies prioritarias con la participación directa y efectiva de la población local. https://www.gob.mx/conanp/acciones-y-programas/ programa-para-la-protecciony-restauracion-de-ecosistemasy-especies-prioritarias-prorest
2 Programa de Restauración y Compensación Ambiental (PRyCA-Conabio) Programa que opera desde 2003 convoca proyectos para restaurar, conservar o atender contingencias ambientales. https://www.biodiversidad.gob.mx/conabio/proyectos/programa-de-restauraciony-compensacion-ambiental
3 Programa de Restauración Forestal (PRF-CONAFOR) Apoya la restauración forestal con especies nativas, protege y mantiene áreas reforestadas y promueve el establecimiento de sistemas agroforestales como estrategia de adaptación y mitigación ante el cambio climático. Focaliza las acciones de áreas a restaurar a nivel de microcuenca y crea reservorios de biodiversidad. https://snif.cnf.gob.mx/restauracion/
4 Sembrando Vida Contribuye al bienestar social de sembradoras y sembradores a través de la reactivación de la economía local, el impulso de la autosuficiencia alimentaria, la reconstrucción del tejido social y la recuperación del medio ambiente, a través de la implementación de parcelas con sistemas productivos agroforestales. https://programasparaelbienestar.gob.mx/sembrando-vida/
5 Recuperación verde e inclusiva en México (GreenMex-Conafor) Incorpora la conservación de la biodiversidad, la gestión integrada del paisaje y la conectividad de los ecosistemas en las políticas y programas sociales en México. En ejecución en Durango, Nayarit, Cuenca Balsas y Selva Lacandona. https://snif.cnf.gob.mx/2023/07/28/greenmex/
6 Sistema Nacional de Información para la Restauración Ambiental (SNIRA-Conabio) Es una herramienta tecnológica que integra, sistematiza,  documenta y difunde información relacionada con iniciativas y programas de restauración ambiental en México. La información recopilada se estructura en una base de datos de acceso público. A través de la herramienta  geoespacial, es posible obtener datos generales sobre las condiciones biológicas, sociales y ambientales que respaldan la planificación e implementación de acciones de restauración. https://www.biodiversidad.gob.mx/pais/snira
7 Corredor Biocultural del Centro Occidente de México (COBIOCOM) Acuerdo de Colaboración entre los Estados de Aguascalientes, Guanajuato, San Luis Potosí, Zacatecas, Nayarit, Colima, Jalisco y Michoacán para estructurar una matriz programática para impulsar la conectividad biológica, la preservación de los ecosistemas, las prácticas tradicionales de manejo y uso de la biodiversidad del centro occidente de México para los años 2021-2024. https://semadet.jalisco.gob. mx/recursos-naturales/ corredores-y-cuencas/ cobiocom-corredor-bioculturaldel-centro-occidente-de-mexico

Por otra parte, la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) ha contribuido de manera significativa al sistematizar las acciones de restauración emprendidas en el país. Su labor ha permitido documentar y sintetizar información sobre iniciativas y programas de restauración, facilitando el intercambio de experiencias y el diseño de intervenciones más efectivas para cada tipo de ecosistema afectado. En 2022, llevó a cabo una revisión de más de 90 términos en español e inglés utilizados para describir diversas acciones de restauración que, hasta entonces, se empleaban de forma indistinta. Estos términos fueron agrupados y contextualizados tanto en el ámbito biológico como en el sociocultural de México, con el propósito de diferenciar los enfoques de restauración de acuerdo con sus objetivos y el nivel de degradación de los ecosistemas. En este contexto, y tomando en cuenta los antecedentes descritos, el Programa Nacional de Restauración Ambiental adopta como base los enfoques de restauración definidos por el Sistema Nacional de Información para la Restauración Ambiental19, y los complementa con otros enfoques relevantes que orientarán sus líneas de acción. A continuación, se presentan en la siguiente tabla:

Tabla 5. Enfoques de Restauración
  Enfoque Descripción
1 Regeneración natural asistida Proceso natural en áreas que pueden recuperarse o restablecerse por sí solas. No requiere intervención o intervención mínima para reducir factores de presión y amenaza.
2 Restauración ecológica Acciones enfocadas en recuperar el nivel máximo de los componentes, funciones y procesos de ecosistemas degradados, para contribuir a la conservación de la biodiversidad y los servicios ambientales. Se definen objetivos y metas a largo plazo con miras a recuperar el ecosistema hacia su trayectoria histórica, por lo que es necesario contar con un ecosistema de referencia.
3 Rehabilitación Acciones dirigidas a recuperar ciertos componentes o atributos de los ecosistemas, frecuentemente asociados a su funcionalidad y a la provisión de servicios ambientales. No necesariamente busca recuperar ecosistemas nativos.
4 Saneamiento forestal Acciones técnicas dirigidas a evaluar, detectar, prevenir, controlar y combatir plagas y enfermedades forestales. Este proceso busca mejorar la salud de los árboles, arbustos y otras plantas que conforman bosques y selvas.
5 Restauración productiva Acciones que impulsan actividades productivas sustentables, como prácticas agroecológicas, sistemas agroforestales, silvopastoriles y silvicultura. No necesariamente buscan recuperar la condición anterior a la perturbación.
6 Reforestación Acciones para restablecer el componente vegetal de un ecosistema degradado, enfocado en la conservación, restauración o producción forestal. Solo aplica a bosques y sus funciones, no a otros ecosistemas.
7 Refaunación Acciones para manejar, introducir o reintroducir fauna silvestre nativa que reinstale funciones ecológicas, contribuyendo a la restauración de los ecosistemas.
8 Saneamiento Conjunto de acciones y medidas destinadas a mejorar la calidad del agua, mediante el control y eliminación de contaminantes en especial en cuerpos de agua contaminados. Incluye acciones asociadas al tratamiento de aguas residuales, la gestión de residuos sólidos, y la prevención de la contaminación del agua y el suelo.
9 Remediación Actividades para controlar o eliminar contaminantes en sitios severamente afectados por actividades humanas, recuperando la calidad de suelo, agua o aire, con el fin de restaurar la productividad del ecosistema.

Desde la perspectiva del esfuerzo y costo que implica la restauración, las acciones de regeneración natural son las de mayor costo-efectividad. Su éxito radica en eliminar la fuente de presión o amenaza y contar con un ecosistema cercano capaz de proveer los elementos que permitan su regeneración natural.

Por su parte, la restauración productiva será determinante en la consecución de los objetivos del PNRA, ya que permitirá una integración más efectiva entre la recuperación de la naturaleza y la mejora de los medios de vida de las personas.

 

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  1. Llorente-Bousquets y Ocegueada, 2008.
  2. Sarukhán, et al., 2009.
  3. Villaseñor, 2016.
  4. Llorente-Bousquets y Ocegueada, 2008.
  5. Navarro-Sigüenza, et al., 2014; Ramírez-Bautista et al., 2023; Fricke et al., 2024; ASM, 2025.
  6. Conabio, 2025.
  7. Berlanga, et al., s.f.
  8. Méndez-Toribio et al., 2018.
  9. UNEP, 2021.
  10. Velázquez-Salazar et al., 2020.
  11. CONANP, 2015.
  12. ONU-FAO, 2019.
  13. Méndez-Toribio, et al., 2018
  14. Hernández-Castán et al., 2022.
  15. Cervantes, et al., 2008.
  16. Ley Forestal, 1926.
  17. Conabio, 2022

Actualizado en: 18/06/2025 - 02:06hrs.